Después de mucho trabajo preparatorio, planificación, gestión de permisos, inscripciones, señalización, la paella, entrega de dorsales, etc..., y al final, hubimos de decir como Felipe II: "No mandé mis naves a luchar contra los elementos." "En todo caso, es expresión con la que el responsable intenta justificar que el insatisfactorio resultado acaecido no es atribuible a su impecable gestión de la situación, sino a la Divina Providencia."
Y eso mismo se nos puede aplicar en esta XXI edición de la ruta Hiponova, "la del barro"...