Organizamos esta ruta para realizar un acercamiento que nos permita conocer parte de los Desiertos (Badlands) de Gorafe y del Negratín (“Coloraos”) algunos de su multitud de dólmenes y transitar por la Rambla de los Anchurones, siguiendo el trazado ciclable del PR-A 426 homologado por la Federación Andaluza de Montaña.
En definitiva, un buen paseo por una parte del Geoparque de Granada y el Parque Megalítico de Gorafe.
Iniciamos nuestro pedaleo en la zona de aparcamiento que hay antes de descender al Barranco de Gor, en donde se encuentra la localidad de Gorafe. concretamente entre el km12 y 13 de la comarcal GR-6100 que une la A-92 con Gorafe. Se trata de un punto estratégico amplio y perfectamente señalizado con un cartelón metálico que contiene la inscripción "Gorafe Parque Temático Integral sobre el Megalitismo". También encontramos cerca la información y carteles de la denominada Ruta del Llano de Olivares, con abundantes dólmenes y por la que nos dirigimos unos kilómetros hacia el inicio del ya mencionado PR-A 426, que vamos a recorrer situado en la Casa Manuel García.
Tomamos el desvío a la derecha para pasar por las inmediaciones de las Casas del Cocón y siempre en dirección norte, ir por un carril que en continuado y a veces pronunciado descenso, se adentra en una zona con una vistas espectaculares del Bad-land. Pedaleamos impresionados ante la grandeza, espectacularidad y belleza de este paisaje tan extraño para nosotros. En verdad parece que nos adentramos en otro mundo, en otra dimensión.
El día está gris, hace frío, pero en nuestros adentros sentimos el calor que antecede a la gran aventura del conocer. Unos buitres leonados sobrevuelan sobre nuestras cabezas a escasa altura, nosotros, quedamos más sobrecogidos si cabe.
A nuestra derecha la inmensa y grandiosa Rambla del Pollo, nos muestra formaciones geológicas raras, especiales, caprichos de la erosión que la Naturaleza paciente ha ido moldeando a base de tiempo, agua, viento y constancia. Una vez más sentimos la conocida sensación de que somos una mota de polvo insignificante.
Pasamos, bajando sin descanso, por un carril zigzagueante que transcurre por la Loma de los Pinos, y accedemos hasta la espectacular Rambla de los Anchurones. que vuelve a asombrarnos por sus descomunales y llamativas formaciones rocosas.
Termina el fuerte descenso en la mencionada rambla, que tomamos hacia el norte ascendiendo por su lecho. Es todo un placer maravilloso recorrer este tramo, hasta que la abandonamos por un carril de fuerte rampa que con muchas curvas nos sale a nuestra izquierda y asciende hasta el Camino de los Campos Mones.
El carril está en muy buen estado y, en suave ascenso, pronto nos pone en la llanura de la Loma de las Yeguas, pedaleando ahora en dirección contraria sureste todo el tiempo, empezando así a cerrar el círculo de vuelta. Pasamos junto a majadas, cuevas de ganado de llamativos y pintorescos paisajes rojizos, ya que estamos inmersos en el paraje de los Colorados, formaciones arcillosas que dan esa tonalidad a todo el terreno que nos circunda.
Continuamos en la misma dirección con frecuentes y repentinas subidas pasando por el complejo de Cuevas de la Meseta y de Cueva Corominas, refugios de ganado y de gente en el pasado.
Continuamos, no sin esfuerzo, hasta llegar al Puntal de Don Diego, en donde se encuentra enclavado el vértice geodésico del Cocón (984 msnm) y por la vereda Chirlata, cerramos el círculo del PR-A 426 y por el mismo camino volvemos al punto en donde nuestros vehículos nos esperan.
Desde allí, ya en coche, bajamos hasta Gorafe, buscando el merecido descanso y gozoso avituallamiento, que de todo tiene que haber.
Las migas y el choto junto con la cerveza y el buen vino, en amistoso ambiente, pusieron el mágico punto final e hicieron el resto.
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