La parada en la Fuente de la Tomasa nos alegra enormemente, ya que ha sido restaurada y poco a poco vuelve a recuperar el esplendor de antaño.
Los colores vivamente otoñales de los árboles en esta estación dan un toque de esplendor al familiar recorrido, que nos lleva desde Villanueva Mesía hasta el Cortijo del Perú, en donde la magnífica estampa de Los Pinares, nos hace fijar la vista en el verde horizonte.
Subimos por el Cortijo de Valdivia hasta el Cortijo Rural de la Fé, auténtico oasis para el disfrute de los sentidos y en el que los constructores sabiamente han sido capaces de aunar culturas en un rincón del olivar que por inesperado nos hace sorprendernos: horno de leña, capilla evocadora del pasado, baños árabes y un entorno envidiable contemplado desde el mirador, nos hace volver a sentirnos privilegiados.
Continuamos la ruta por Covalea hasta las Escuelas de Fortaleza y empieza el raudo descenso hasta las Casas de Fortaleza en donde buscamos el vértice geodésico de la zona, como suele ser constumbre.
Unas almendras a pie de árbol, nos dan las fuerzas para llevarnos en vertiginosa bajada hasta la Fuente del Carrizal, desde donde buscamos el carril de las Peñuelas a Talancos para regresar a Villanueva por la Cruz del Visillo.
Una ruta clásica de la peña que volvemos a recorrer con el buen regusto de siempre.
Datos de la ruta:
- Recorrido: 26, 7 kms.
- Tiempo: 2 h 42 min
- Media: 9,8 kms/h
1 comentario:
...pero que mañanita más riiiica!!!
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